Bienvenidos...

Mi blog de Comercio Exterior

Soy contador público (UNL), Especialista en Comercio Exterior (UNR) y Despachante de Aduana. Escribí dos libros que buscan -sobre todo- insertar personas en la exportación: Teoría y Practica de la Exportación por Cuenta y Orden de Terceros (Ed. Librería Cívica, 2013); y Comercio Exterior Para No Especialistas (Ed. Tarifar, 2015). Combino mi trabajo diario con la docencia en carreras de grado y posgrado de algunas universidades nacionales y seminarios en instituciones intermedias de todo el país, y en algunas empresas (“in company”). Suelo participar en los medios con columnas especializadas. Vivo mi trabajo como una pasión, aunque lo más importante siempre está fuera del trabajo. Mi frase preferida: Nunca te des por vencido, porque si lo hacés, viene un chino y te mete en la góndola de los lácteos. Bienvenidos!!!.

martes, 29 de julio de 2014

El despachante de aduana... bajá de las nubes!


Por Diego Dumont - Puerto Negocios AGOSTO

Se festeja el 16 de agosto, el día del despachante de aduana, sin asueto ..y de overol. Es característico de nuestro tiempo que cada vez más, el despachante tenga más y más peso en las operaciones de comercio internacional. Hablando de peso, es un oficio que permite “volar”, no como Ironman, ni Peter Pan, ni los personajes de Mary Poppins... sino que hace que la percepción del mundo esté bastante más allá del escritorio, porque muchas veces lo que pasa a miles de kilómetros un día, afecta en el trabajo día al siguiente…. el corte del puente de Gualeguaychú, la situación de Irán, la muerte de Chavez en Venezuela, el mundial de Brasil, etc., etc., etc.. A la vez, el oficio exige un hilo conductor a la realidad nacional, o un cable (o un pararrayos.. ya no lo sé), con semejante eléctrica vorágine normativa argentina. Lo dicho, me recuerda a “El leve Pedro”,  disparatado cuento de  Enrique Imbert,  en el que Pedro volaba hasta que se cortó el hilo y se perdió… en fin… a  googlearlo si te gusta leer (bah..para el blog, les dejo el link abajo).

Es despachante de aduana en nuestro país, pero en otras latitudes se le dice agente aduanal, despachador, agente general de aduana, agente de aduana, expedicionista aduanero, custom broker, etc.  En mis palabras, el despachante es una persona autorizada por la Aduana para despachar mercaderías de otros, es decir, un nexo entre Aduana y el importador/exportador, un cable (y dale con el cable!). Para mejor definición, remitirse al Código Aduanero (Ley 22415).  Dice esta importante ley que el despachante de aduana es además, auxiliar del comercio y del servicio aduanero.  Ni lo duden, la Aduana necesita al despachante como TV Crónica a los choques. 

El despachante de aduana tiene que declarar un domicilio  en el radio de cada aduana en la que quiere trabajar, porque si bien existe una única Aduana a nivel país (es un ente nacional), hay varias "sucursales" de aduana repartidas en el territorio argentino para cumplir los fines del organismo.

Por ejemplo,  en la ciudad de Santa Fe, la oficina de aduana está emplazada en calle Rivadavia y La Rioja, y cuenta con dos oficinas de “apoyo” (Resguardo): una en Reconquista, y otra en Rafaela. Están habilitados para operar por esta aduana alrededor de 30 despachantes de aduana, pensando global pero atados a un hilo, ya que venimos con el tema del vuelo.

En todo el país, hay cerca de 4000 “despas”, de los cuales alrededor del 75% están  afiliados voluntariamente al Centro de Despachantes de Aduana de la República Argentina. Es que no existe aún la colegiatura obligatoria, a pesar de que el proyecto de Ley ha sido llevado al Congreso varias veces. Si esto se da, sería muy bueno para transparentar y fijar honorarios, obtener una jubilación, etc., pero también habría que negociar puntos de acuerdo con realidades opuestas de colegas del interior. "Difficult", dijo Tevez.

No se requiere título universitario para ser despa, sin embargo cada vez más profesionales universitarios se especializan en comex y ejercen a la vez como despachante, resultado de la competencia laboral encarnizada en las que nos tocó vivir a los laburantes de este siglo. Principalmente son abogados, contadores y licenciados, y como resultado la actividad que se viene jerarquizando mucho en todo el mundo. Cada vez el “despa” asume más y más responsabilidades, como pasa con los escribanos y contadores, por ejemplo. Así, este profesional  custodia la documentación de Aduana, en forma personal o bien contratando los servicios de un prestador, clasifica y valora la mercadería desde la reforma del Código Aduanero de 2005 (lo que obliga a ser algo como un  “perito técnico” que recurre, como nos decía la abuela, al “libro de Petete”…hoy Google, por suerte). Tiene que reinventarse para saber un poco más de temas como química, ingeniería, electrónica, etc. Too much.

Otros requisitos para esta ocupación son por ejemplo: ser mayor de edad, ser capaz para ejercer el comercio, estar inscripto como comerciante en el RPC, tener título secundario,  aprobar los exámenes teóricos y prácticos que anualmente realiza la Aduana (única habilitada para entregar el título de despachante, aunque existen institutos terciarios o Cámaras que tienen curso preparatorio, incluso a veces combinado con un título propio extra),  fijar domicilio real y especial, ser solvente (justificar un patrimonio no inferior al que determine Aduana), constituir a favor Aduana una garantía, etc.

Se viene agosto, un afectuoso saludo para mis "compañeros de vuelo".

Nos vemos...

Diego

P/D : ir a --------------> "EL LEVE PEDRO" (Enrique Anderson Imbert)


miércoles, 16 de julio de 2014

La ampliación del Canal de Panamá. "Agrandame la pileta!!!"

Imagino que un día cualquiera alguna vez a un tipo se le ocurrió meterse en un barril a refrescarse, vino otro y dijo, hagamos uno más grande. Después vino la pileta de 5 metros, después la de 10… la de 50, ..la de 100.. de 200!. Hasta que un loco volvió a gritar “agrándame la pileta!”, y apareció una empresa llamada Crystal Lagoons, que hizo el sueño realidad, fabricando verdaderas playas artificiales, entre esas, la más grande del planeta -record Guiness incluido-, emplazada en San Alfonso del Mar, Chile. 

Es que todo es imposible hasta que deja de pensarse como tal. Algo parecido pasó con el Canal de Panamá.

Más de ciento cincuenta años después de intentar el sueño “imposible” de unir los charcos del Pacífico y el Atlántico, y de haber dejado cientos de vidas en el camino… y después de quince años desde que Estados Unidos devolvió su administración, una nueva página en la historia de esta sorprendente obra de la ingeniería se escribe.

Panamá, ese pequeño país de Centroamérica, ha crecido en los últimos años a tasas superiores a las chinas[1]. El empuje económico de este “paisito”, que tiene una superficie similar a la de Formosa, proviene principalmente de los servicios, ya que la balanza comercial de bienes es negativa. Ahí, son sectores clave: el bancario (…), el inmobiliario y la administración del Canal. Poseer la franja de tierra más estrecha de América, le ha servido para posicionarse a nivel mundial con una vía acuática interoceánica de tan sólo 80 km de largo. Es decir que cubriendo menos que la distancia que hay entre Santa Fe y Rafaela, podés darte un chapuzón, el mismo día en dos océanos distintos.

Alrededor de 14.000 embarcaciones, que llegan a pagar hasta cien mil dólares de “peaje”, una moneda nada despreciable, transitan año a año por el Canal, transportando alrededor del 5% del comercio mundial. Sus  autoridades son conscientes de que la obra no es un monopolio, pues  compite con la ruta intermodal de los Estados Unidos y con el Canal de Suez (Egipto), que conecta a Europa, África y Asia con la Costa Este yanqui. A la vez,  saben que viendo lo lindo que le va al vecino,  países como Guatemala, Nicaragua, Honduras y México han evaluado proyectos de transporte alternativos.

Estas cartas, la importancia del Canal para el país centroamericano y la competencia real y potencial, más las perspectivas de incremento del tráfico marítimo en los próximos años,  han incentivado – a poco tiempo de cumplirse los 100 años de su inauguración-  la búsqueda de mayor eficiencia y servicio, y  la consecuente ampliación.

Panamá se encuentra inmerso en una obra de ensanchamiento del Canal con una duración estimada de siete años, el empleo de más de 7.000 trabajadores y la inversión de 5.250 millones de dólares. Los buques que actualmente ingresan en las cámaras de los tres grupos de exclusas (Gatún, Pedro Miguel y Miraflores), no  pueden superar, con cierto margen de seguridad,  la medida de las mencionadas cámaras: aproximadamente 305 metros de largo y 33,5 metros de ancho. A los que pueden ingresar hoy día se los conoce como “Panamax”.

Pero la industria naval mundial está revolucionando el transporte marítimo con verdaderos “Godzillas” del mar, que al no caber en las cámaras deben buscar a veces rutas más largas  (esto incrementa los costos y el tiempo de los viajes).

Para tener una referencia, el Sampán, buque amarrado en el Puerto de Santa Fe al día de hoy, posee  casi 28 metros de manga y casi 200 metros de eslora, es decir, es “Panamax”, porque puede pasar por el Canal actual.  Pero el tristemente célebre Costa Concordia, con casi 290 metros de eslora y 35,5 metros de manga no puede atravesarlo, primero, porque Francesco Schettino lo tumbó y segundo, por ser demasiado “ancho” (además requeriría de un capitán más "fresco").

Las compuertas para las exclusas de la obra de ampliación se están fabricando en Italia, por la empresa Cimolai. Alcanzan una altura de hasta casi 33 metros de alto, alrededor de diez metros más que las actuales,… siete metros menos que el Cristo de Río!. Por primera vez se van a incorporar tinas de reutilización de agua.

Buques de hasta aproximadamente 50 metros de manga, podrán pasar una vez finalizada la ampliación, que prevé dos nuevos juegos de exclusas de 427 metros de largo y casi 55 metros de ancho. Serán llamados “Nuevos Panamax”.


Quedarán aún los grandes petroleros y los portacontenedores clase E que seguirán siendo Post Panamax, aún después de puesta en marcha la ampliación. Un ejemplo es el colosal Maersk Majestic, que con 398 metros de eslora pero  casi 59 metros de manga, deberá buscar otras alternativas para chacotear... hasta que otro loco grite: “Agrandame la pileta!!!!.





Panamax vs Nueva Panamax

Panamax
Nuevo Panamax
Longitud
294,13 m (965 pies)
366 m (1200 pies)
Ancho
32,31 m (106 pies)
49 m (160,7 pies)
Calado
12,04 m (41,2 pies)
15,2 m (49,9 pies)
TEU
5000
13000
Fuente: http://maritime-connector.com/wiki/panamax/

Nos vemos...

[1] http://datos.bancomundial.org/indicador/NY.GDP.MKTP.KD.ZG

sábado, 12 de julio de 2014

Chau mundial!!! Hasta siempre!!!

La semana pasada pasé caminando por el barrio en el que me crié. Es bastante cerca de mi casa pero es la primera vez en casi 30 años que me puse la mirada curiosa que tienen los chicos, y me di una vuelta manzana de más, sólo para ver. No está el kiosco, no está la concesionaria de autos usados, tampoco la casa de antigüedades, ni el almacén, ni la relojería, ni el video club, en realidad no hay casi nada de lo que había!.   Pero me di cuenta que si miras bien, hay cosas que todavía están ahí, que nunca se van (como en la vida misma). Veo los números de bronce de la casa del vecino, esa baldosa rota de la cuadra, la canchita del Colegio Nacional, el árbol con el que rompí la bici cuando aprendía a andar, la casa del profesor de folklore, el garaje donde jugaba con mis amigos... 

Cierro los ojos, me veo a mí, hace 24 años un día como hoy,  trepado a los hombros de mi viejo con la bandera de celeste y blanca, festejando las genialidades de Diego y el mundial de México. En ese entonces, para mí el mundo era Argentina,  Santa Fe Provincia mi barrio, y Santa Fe Ciudad la manzana de mi casa.

El tiempo…  es como el cobrador de un negocio cualquiera. Te entrega tu compra y se lleva el dinero. Te da y te quita. En el camino perdí la inocencia de la infancia, la ignorancia de  conocimientos “básicos”,  aprendí que Argentina es un país en el mundo, y que  la cuadra que era mi ciudad es desconocida por todos de la manera en que yo la conozco. El tiempo se cobró la escuela primaria con su patio de baldosas blancas y negras, algunos amigos de la infancia que ya no vi eternizados en fotos mentales invisibles, mis tardes en el club, mi primer auto, mi casa de la infancia, mis viejos, mis cuadernos, mis grupos de música,(…).  A cambio me entregó nuevos amigos, un trabajo, nuevos trabajos, nuevos hobbies,… mis hijos.

Muchos estaban esperando con júbilo el día de hoy para levantar los brazos al cielo y gritar: - Gracias a Dios que se termina esta estupidez! . Otros se agacharán le darán un beso al suelo y gritarán: - por suerte esto es cada cuatro años! .  – La gente se pone idiota, se olvida de los problemas, por fin viejo! , ó – Me tenían hasta las p… con el  mundial!. Y por supuesto, los más reflexivos dispararán con razón: - para qué gastar tanta guita en un mundo donde aún mueren chicos de hambre (comparto que podría hacerse un mundial más modesto).

Estoy de acuerdo en parte, en no transformar a un evento deportivo en un frasco de Sedal con queratina para el lavado cerebral. La responsabilidad en ese punto es personal. Claramente la vida sigue, y los problemas no desaparecen, y hay que pagar las cuentas, y Boudou fue procesado y la puja con los fondos buitres no cesa y la situación del país en OMC preocupa, y las exportaciones no despegan…. pero discusión de lado: el Mundial de fútbol es una realidad.

Y para mí, es también una oportunidad concreta para encontrarse con el de al lado. Por ejemplo, estuve en Porto Alegre, y lo que más rescato no fue el resultado deportivo (victoria 3-2),  sino la sorpresa que me llevé con la cercanía afectiva y cultural que tenemos con los brasileros del sur, su amabilidad, su generosidad, su alegría.

El mundial es también una posibilidad de acercarnos a nuestras raíces, para sentirnos parte de un destino común, para tender una mano, para renovar la alegría, para abrazarse fuerte y disfrutar de las cosas que el tiempo nos vendrá a cobrar adelante.


Ojalá que haya servido para tocar el corazón de mucha gente y que salga de eso algo positivo hacia los demás. Después de todo, no soy yo, son todos los chicos, todos los viejos, todos los barrios, todas las cuadras, todas las banderas, todos los momentos, todas las vidas. 


miércoles, 2 de julio de 2014

Exportar de obras de arte. Un poco sí...

Rembrandt - "Tormenta en el Mar de Galilea" (1633) - Robada
del Museo I. S. Gardner, Boston en 1990, con otras obras.
Los ladrones se disfrazaron de policías. Es el mayor robo
 de obras de arte sin resolver. La recompensa a quien aporte datos
para el esclarecimiento es de USD 5.000.000.-

Pocos saben que mientras empecé la carrera de contador, cursé durante el poco tiempo que me llevó entender que estudiar arte es más que un hobby, la Licenciatura en Bellas Artes.  Mientras que a la mañana leía manuales contables de Fowler Newton, a la noche me perdía  embobado  en el estilo provocador de Noam Chomsky. Duró poco, porque uno aprende que en la vida hay que elegir, y toda elección va de la mano con una renuncia que duele. Pero me llevé algunas cosas de esas aulas y una de las que no olvido es la diversidad de perfil de las personas que se interesan por empuñar un pincel, y dejarse llevar.

Por tal diversidad, la difusión del arte (música, teatro, pintura, dibujo, literatura, escultura, etc.), es una manera de romper estereotipos y de unión universal, porque es el arte, el lenguaje común más profundo que habla la humanidad… es símbolo de destino compartido de los hombres.


Ahora, un poco hace bien, pero mucho es dañino. La frase bien podría escucharse en el consultorio de un médico que recomienda el famoso medio vaso de vino diario a un amigo del tinto… digo paciente.

Si hablamos de exportar obras de Arte (por ejemplo, pinturas, litografías, esculturas, etc.)  pasa algo parecido: mucho no es bueno. El límite está en la preservación de la identidad de una nación y en asegurar el legado a futuras generaciones.

En concreto, nuestro país, restringe en principio la exportación de obras de arte de artistas fallecidos hace más de cincuenta años. De los vivos o fallecidos hace menos  tiempo, se permite la exportación siempre y cuando la obra no sea considerada como parte del patrimonio artístico nacional.


Tips para exportar una obra de arte

1. Contar con el Permiso de la Dirección Nacional de Artes Visuales (dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación). El trámite es gratuito, se deben integrar tres formularios que va a solicitar Aduana Argentina al momento de salida del país de la obra (uno es la solicitud de la exportación propiamente dicha, otro sobre los antecedentes del autor, y un tercer formulario que tiene que ver con la obra).

2. No se pagan impuestos ni recargos. Esto por el mencionado interés oficial de la difusión artística.

3. Contar con una valuación especializada. Valorar una obra de arte es sumamente difícil, ya que no es fácil dejar de lado el aspecto subjetivo para dar prioridad a parámetros convencionales. Se precisa de experiencia y conocimientos. El Banco Ciudad de Buenos Aires brinda este servicio, que tiene costo cercano al 0,5% de la valuación  y normalmente es decreciente conforme aumenta la misma.

4. Utilizar un transporte seguro para la integridad de la obra. Esto  normalmente es el transporte aéreo, especialmente, los envíos por correos expresos premium (Courier), como Fedex o DHL, por ejemplo.

Un Dato
El contrabando de arte es un problema que preocupa a nivel mundial. Algunos organismos internacionales llevan adelante una dura lucha contra este problema. Por ejemplo, Interpol, que tiene en su sitio web un padrón actualizado de las obras de arte sustraídas en el mundo; la UNESCO (Organización de Naciones Unidas, para la Educación, la Ciencia y la Cultura) y el Consejo Internacional de Museos (ICOM), que fija principios éticos para la adquisición de obras de arte por parte de los museos del mundo.

Links de Interés

Permiso de exportación: http://www.cultura.gob.ar/tramites/
Dirección de Artes Visuales. Alsina 1169, PB, Ciudad de Buenos Aires. Horario de atención: de 10 a 16
Consultas: (011) 4383-0851 / 4381-6656, interno 155. Correo electrónico: artesvisuales@cultura.gov.ar


Referencias legales
Ley 24633/96 y Decreto1321/97. RG AFIP 173 y 1321

Translate