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Mi blog de Comercio Exterior

Soy contador público (UNL), Especialista en Comercio Exterior (UNR) y Despachante de Aduana. Escribí dos libros que buscan -sobre todo- insertar personas en la exportación: Teoría y Practica de la Exportación por Cuenta y Orden de Terceros (Ed. Librería Cívica, 2013); y Comercio Exterior Para No Especialistas (Ed. Tarifar, 2015). Combino mi trabajo diario con la docencia en carreras de grado y posgrado de algunas universidades nacionales y seminarios en instituciones intermedias de todo el país, y en algunas empresas (“in company”). Suelo participar en los medios con columnas especializadas. Vivo mi trabajo como una pasión, aunque lo más importante siempre está fuera del trabajo. Mi frase preferida: Nunca te des por vencido, porque si lo hacés, viene un chino y te mete en la góndola de los lácteos. Bienvenidos!!!.

domingo, 7 de febrero de 2016

Una Selfi para el Comercio Exterior

Para Revista Puerto Negocios

¿No es increíble todo lo que puede tener dentro un lápiz? (Joaquín Salvador Lavado Tejón – Quino)

Una caricatura es una representación exagerada, deformada, acentuada, de lo que algo es. En este caso,  de lo que debe ser. ¿Y qué es lo que debe ser?. Debe ser un país que produzca, en el cual la industria no tenga problemas para hacerse de los insumos, partes y piezas necesarios.  Esto no quiere decir apertura total del comercio exterior, que digamos de paso,  es como Superman, el Chapulín Colorado o los Minions:  sabemos de qué se trata … y que sólo existe en la ficción.

No es que no deba existir un comercio exterior administrado. Es más, desde el reventón de la burbuja inmobiliaria estadounidense a fines de la década pasada, se viene hablando de un mundo moderno con doble personalidad, que dice una cosa pero que hace otra:  abramos las barreras pero tiremos algún gomerazo de vez en cuando al que pasa (Proteccionismo encubierto).

Lo que Argentina necesita es producir, generar empleo, exportar excedentes, garantizar la demanda interna. La mayoría de lo que se importa en el país (más de 8 de cada 10 dólares) va a producción.  Esto no es  sólo un dato actual. Es un dato histórico. Si nos remontamos al pasado, desde ochenta años hacia atrás hasta hoy,  la curva de producción siguió a la de importaciones (la relación que mide en cuánto, se llama Tasa de Dependencia).


El nuevo Sistema Administrado

El renovado Gobierno Nacional lanzó en diciembre pasado el SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de las Importaciones).  Desde el punto de vista operativo, no ha sido prolija la cuestión normativa (al igual que venía sucediendo) y quedan cuestiones técnicas por aclarar, aunque voto por la indulgencia toda vez que es muy reciente la transición de autoridades y no son pocos los desequilibrios heredados.

Pero haciendo un análisis más global, hay que hacer algunas observaciones urgentes. El flamante sistema incluye más de 1400 posiciones arancelarias (de las cerca de 19.000 totales) con licencias de importación no automáticas que al día de hoy no están siendo aprobadas. Muchas de ellas, cerca de la mitad, sin industria nacional.  Es el doble de mercaderías comprometidas con este tipo de licencias de las que tenía Argentina hasta enero de 2013. Por eso digo que sigue habiendo una exageración del comercio administrado. Hay que  pasar de la caricatura a la “selfi”: tener una imagen propia que no va a ser perfecta (porque hay sectores sensibles donde poner un palito en la rueda: textiles, calzados, juguetes, etc.), pero que sí va a ser más real, más a tono con el mundo. Por lo menos la mitad de las mercaderías comprometidas con licencias no automáticas debe revisarse y no se puede perder tiempo.

Esto implica, como dice mi amigo Miguel Ponce, pasar del shock al gradualismo. Del shock de la devaluación (del oficial) y la derogación de la inolvidable DJAI (Declaración Jurada Anticipada de Importación) al gradualismo de corregir sobre la marcha los excesos y la salida total del cepo (algo que se logrará una vez que los importadores con deudas viejas al exterior, puedan terminar de cancelarlas bajo el cronograma propuesto o la transferencia de los BONAR 2016 que ofreció el Gobierno).


Argentina decime qué se siente

Por el lado de los exportadores hay un cuco que se llama Brasil, que ha devaluado hasta el momento un 60% el real, está en recesión y es nuestro principal comprador. El 20% de nuestras exportaciones van a este país. Llegó la revancha del  cantito de 2014 fuera del césped.  Es más difícil vender a Brasil (no imposible porque este país es muy grande y necesita importar). Tendremos que aprovechar las ventajas que nos da el MERCOSUR frente a otros países.

China,  nuestro segundo comprador sigue desacelerando su crecimiento con respecto a la década pasada (se espera un incremento del PIB cercano al 7%). La economía mundial seguiría expandiéndose en 2016 en torno a un 3%. Los commodities siguen en caída, lo que significa, por el lado de las exportaciones, que al campo le costará más aportar dólares a la economía; y por el lado de las importaciones, que pagaremos menos por la energía que compramos (léase petróleo y gas).

La mejor noticia es la eliminación/reducción de retenciones a la exportación y el dólar oficial más alto. Al momento en que escribo estas líneas, superando los 14,30 pesos y con Sturzenegger (presidente del BCRA) dejandolo ir, protegiendo su libertad como Terminator a Connor (inevitable no relacionar, vio).


Este no será un año fácil, pero tiene el gustito del desafío. La receta es trabajar dentro y fuera del Gobierno, según donde cada uno esté. Nos vemos.

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