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Mi blog de Comercio Exterior

Soy contador público (UNL), Especialista en Comercio Exterior (UNR) y Despachante de Aduana. Escribí dos libros que buscan -sobre todo- insertar personas en la exportación: Teoría y Practica de la Exportación por Cuenta y Orden de Terceros (Ed. Librería Cívica, 2013); y Comercio Exterior Para No Especialistas (Ed. Tarifar, 2015). Combino mi trabajo diario con la docencia en carreras de grado y posgrado de algunas universidades nacionales y seminarios en instituciones intermedias de todo el país, y en algunas empresas (“in company”). Suelo participar en los medios con columnas especializadas. Vivo mi trabajo como una pasión, aunque lo más importante siempre está fuera del trabajo. Mi frase preferida: Nunca te des por vencido, porque si lo hacés, viene un chino y te mete en la góndola de los lácteos. Bienvenidos!!!.

viernes, 30 de septiembre de 2016

Proteccionismo como recurso pero no como bandera


Por Diego Dumont - Para Puerto Negocios y AAACI
Las importaciones nacionales cayeron 7,7% en el primer semestre (aumento de 6% en cantidad y caída del 13% en precios). Tenemos 1400 millones de superávit comercial en lo que va del año.  Sin embargo, aun se escuchan  voces en pos del proteccionismo. ¿Proteccionismo sí o proteccionismo no?, esa es la cuestión.

El caso de Carlos
Si  a Carlos, que es vendedor de café en una oficina pública, le instalan una máquina expendedora en el medio del salón, que además de café ofrece capuchino y té, con una ficha a mitad de precio, no le va a gustar ni medio. Si pudiera convencer al director de la oficina para que se lleve la máquina a la luna, lo haría. El costo para los trabajadores de la oficina  en ese caso  sería pagar más caro el café y Carlos podría seguir trabajando tal cual lo venía haciendo y mirar la luna le sería reconfortante. Pero si no pudiera convencer al director, tendría  que competir con la máquina  (mejorar el precio, ofrecer chocolate, etc.), ó cambiar de oficina.

Desde el punto de vista social todos estamos con Carlos. ¡Que levante la mano  quién no quiere verlo trabajar!.  ¿Quién no pagaría más caro el café para darle una mano?. Pero los países no funcionan así. Se vende pero también se compra, y corresponde al Estado la difícil tarea de decidir en donde se le mete la traba al vecino. Y en esas decisiones,  un criterio razonable es la representatividad del problema. Si el plan del Gobierno fuese llenar de máquinas expendedoras todas las oficinas públicas y  hubiera un número representativo  de vendedores en edificios públicos, probablemente  Carlos y sus compañeros llegarían a un acuerdo para frenar el plan.

Si traspolamos esto a un país, tendríamos que fabricar las máquinas, o ensamblarlas o después de reorganizar el sector, permitir el ingreso. Notar que si nos quedamos  en el proteccionismo, nos quedamos en el termo y no conocemos la máquina y hay menos café para todos. En otras palabras,  te estancás, y la gente  paga  más por lo que en otros lados se paga menos.  La idea de proteger todo, todo el tiempo, vende  desde el sentimiento pero no desde la razón.

El peligro de acostumbrarse al pasado
Desde el verano de 2012 con la recordada DJAI, Argentina se inclinó al proteccionismo generalizado. Diferentes sectores se acostumbraron a trabajar con poca o nula competencia extranjera, y una vez que esto sucede es difícil que desde los propios sectores se quiera recorrer el camino inverso. 

Un ejemplo es el rubro tecnología y el ecommerce. Una Sony PlayStation 4 se importa puesta en Puerto de Buenos Aires a cerca de 300 dólares, luego paga 20% de derechos de importación y 0,5% de tasa estadística y otros gastos de baja incidencia porcentual. Pero se vende en la calle a 740 dólares más IVA.    Si la compramos por internet la pagamos 450 dólares (impuestos incluidos). En un mundo donde 17 de cada 100 personas compra por internet, algunos  apuntaron contra el “puerta a puerta” no por las cuestiones que tiene por mejorar- que las hay-, sino por el peligro de competencia. Pero … ¿es el régimen de compras por internet el problema?.

Otro ejemplo son las mediciones que viene  realizando  el Observatorio de Importaciones la Provincia de Santa Fe en los últimos meses. Quiero decir que me parece sumamente interesante su trabajo. Sin embargo, me parece que sería bueno una mayor claridad  cuando se divulga información sobre un aumento porcentual de determinadas importaciones  comparando  2015 (año en que aún teníamos la DJAI como grifo regulatorio) versus 2016. En términos porcentuales los valores dan la impresión de un armaggedon causado por una invasión de ovnis tripulados por chinos malvados que no es tal, y no faltan ganas de salir con la corneta y la cacerola a la plaza; pero si los ponemos en contexto del  mercado (columnas E y F del cuadro ejemplo que dejo abajo) no es para tanto. 
* Según Observatorio de Importaciones de la Provincia de Santa Fe

Sería bueno que el Observatorio amplíe la información que brinda, incorporando posiciones arancelarias, valor e información más allá de 2015, por ejemplo. Aplaudo la iniciativa, y voto por mayor claridad.

Para terminar
Dicen que el proteccionismo es el “hermano feo” de la globalización. Mientras esta se relaciona con palabras como interdependencia y comunicación, el proteccionismo se relaciona con aislamiento, que viene del latín y significa “poner en una isla”. No es exagerado imaginarse a  Chuck Noland y Wilson  arreglándose con agua de lluvia y coco.

A la luz de la historia, hay un consenso generalizado entre los economistas en que  países que se  cierran  empeoran -desde lo económico- a largo plazo. Lo dicho no significa que proteger algún que otro sector sea, como medida (y no desde lo legal, toda vez que  OMC  no permite prácticas desleales)  una mala idea cuando el contexto lo requiere. De hecho, no es novedad que los países más defensores de la apertura económica tiran la piedra, agarran el sombrero y nos ponen la cara del gatito con botas de Shrek.

Sino miremos el caso de los Estados Unidos, primera economía mundial hoy y primer país en el ranking de cantidad de medidas potencialmente proteccionistas de Global  Trade Alert.  En otro nivel,  India y Rusia, 7° y 14° economías del planeta, y pronosticadas a ocupar el 3° y 8° puesto en 2030, son la segunda y tercer economía en  este ranking  de proteccionismo.  ¿Entonces?. Entonces proteccionismo sí como recurso, pero no como bandera.

Nos vemos,

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