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Mi blog de Comercio Exterior

Soy contador público (UNL), Especialista en Comercio Exterior (UNR) y Despachante de Aduana. Escribí dos libros que buscan -sobre todo- insertar personas en la exportación: Teoría y Practica de la Exportación por Cuenta y Orden de Terceros (Ed. Librería Cívica, 2013); y Comercio Exterior Para No Especialistas (Ed. Tarifar, 2015). Combino mi trabajo diario con la docencia en carreras de grado y posgrado de algunas universidades nacionales y seminarios en instituciones intermedias de todo el país, y en algunas empresas (“in company”). Suelo participar en los medios con columnas especializadas. Vivo mi trabajo como una pasión, aunque lo más importante siempre está fuera del trabajo. Mi frase preferida: Nunca te des por vencido, porque si lo hacés, viene un chino y te mete en la góndola de los lácteos. Bienvenidos!!!.

jueves, 1 de diciembre de 2016

Ponele más nitro. Aumento de reintegros en carpeta


Argentina no aumenta sus exportaciones desde 2011, y 2016 no parece ser la excepción. La aguja a octubre acumula 48.300 millones de dólares, mil menos que el año pasado.

El Gobierno viene tomando medidas para impulsar el modelo exportador, pero aún no impactan lo suficiente. Tal vez por ese motivo, el pasado 21 de noviembre, Francisco Cabrera,  Ministro de Producción de la Nación, tuiteó: “Vamos a aumentar los Reintegros a la exportación de todos los sectores. Queremos mejorar la situación de las empresas que exportan”.

Deterioro histórico
Es importante marcar el deterioro que ha sufrido la Devolución de IVA a exportadores, como la pérdida de peso de los reintegros de exportación en la última década. En 2008, la totalidad de Reintegros y Devoluciones perforó  la franja del 20% sobre el total de Recursos Aduaneros, y en la actualidad, ambos conceptos permanecen por debajo del 15%, prácticamente la mitad de lo que se percibía hace diez años. Esto es preocupante, sobre todo en cuanto la restitución de la Devolución de IVA,  porque se trata de una técnica  admitida por la Organización Mundial del Comercio por tratarse de un impuesto indirecto, y al no ser aprovechada convierte a los  exportadores de mercancías en exportadores de tributos. Salir a exportar nuestros productos con contenido impositivo, es como salir a correr una maratón al amanecer después de bailar toda la noche,  mella la competitividad de raíz.

Distinto es el caso de  los reintegros de exportación, que  son devoluciones de los importes que los exportadores pagan de  tributos interiores  (y “directos”, es decir los que “pagan y sufren” los propios exportadores, y no los que se trasladan a otros como comentaba sobre el IVA de insumos incorporados a productos importados, que tiene su propio régimen). La distinción tiene que ver con la prohibición de devolución de estos tributos directos que dispone la OMC, y que expone al país a sanción con derechos compensatorios (countervailing duties) por este “subsidio”.

Más allá de la salvedad, los Reintegros de Exportación se pagan hace muchos años y no es nuevo que los países se pasan de la raya para defender sus intereses. Así sucede en Unión Europea con la Política Agraria Común, en China con los supuestos subsidios a cereales recientemente denunciados por Estados Unidos, y en los propios Estados Unidos con los subsidios a la empresa aeronáutica Boeing en pleno análisis en OMC. Hoy día Argentina queda más expuesto, porque el universo de mercaderías que pagan Derechos de Exportación (un gol en contra a las ventas al exterior), disminuyó drásticamente.

 
Fuente: Elaboración propia en base a datos oficiales AFIP:
¿Cuánto se paga al exportador?
El monto que se paga de Reintegros al exportador de mercaderías surge del cálculo que se realiza dentro del Misterio de Economía de la Nación, para cada sector (por posiciones arancelarias).  Pero este cálculo no parece seguir ninguna fórmula rigurosa, y más bien se parece mucho a un subsidio discrecional, que resulta ser un porcentaje sobre el FOB de la mercadería de origen nacional, con algunas consideraciones técnicas que no vienen al caso. Al día de hoy, la mayoría de los  productos  merecen reintegros que van del 0% al 6%, y algunos casos especiales porcentajes aún mayores, como sucede con las exportaciones planta llave en mano.

Que llegue al motor
Por supuesto devolución de tributos es necesaria, aunque no suficiente para ser más competitivos. Hay otras pautas como obras de infraestructura (nos falta muchísimo), tipo de cambio conveniente (mejor que el año pasado en la actualidad), financiamiento adecuado (es una deuda pendiente), eliminación de medidas distorsivas (como los derechos de exportación, ya casi eliminados en su totalidad), etc. 

Si nos centramos en los reintegros, para que aumente el valor percibido por exportadores, no alcanza con mejorar la alícuota, sino que tienen mucho que ver los estrictos requisitos vigentes para poder acceder el pago y las demoras en que incurre a veces el fisco para desembolsar los estímulos que a veces han alcanzado meses o años, induciendo a exportadores a no contemplarlos en sus determinaciones de precio. Es decir,  no alcanza con ponerle más nitro al tanque, hay que asegurarse de que fluya libremente al motor antes de apretar el acelerador.

Nos vemos,

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