Por Diego Dumont
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| “pensábamos en esa cosa increíble que habíamos leído, que un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento...” |
Hace un tiempo… mucho tiempo que se hizo siglos de historia, Buenos
Aires y el resto del país mantienen espacios de distancia y a la vez lazos de verdadera
unión. Rondeau, Quiroga, López, Dorrego,
Lavalle, Urquiza, Rosas,… .Años de sentados en los pupitres de un aula en la
que nos llenaron de datos y de fechas, para intentar enseñarnos el origen y el
presente de la simbiosis entre Buenos
Aires y su puerto, y las provincias del interior.
Más que en las diferencias, me
gusta centrarme en la idea de que en los
años más difíciles de la historia y separación, siempre se mantuvo viva la llama
de la necesidad de unión, de sinergia,
de equidad. Como si estar separados provocara una suerte de soledad que
necesitara del otro, algo que me recuerda una frase de Cortázar, en Rayuela “pensábamos en esa cosa increíble que
habíamos leído, que un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta
ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento...”.
Mucho se ha conseguido con el
federalismo, por ejemplo, entre otras cosas garantiza que provincias con menos
recursos gocen de mejor presente a partir de la coparticipación federal de
impuestos. Pero evidentemente quedan
deudas, y cuestiones que corregir; y siempre las habrá porque lo único
constante en el ser humano es el cambio.
Se habla hace mucho del preciado anhelo de encontrarnos los
despachantes de aduana colegiados,
jerarquizando aún más nuestra tarea, brindando mayores beneficios sociales,
confiriendo un paraguas protector a los colegas. Ojalá lo logremos pronto. Pero es obligación
decir que no hay Colegio de Profesionales que no busque el principio de igualdad
entre sus socios. De manera tal, que desde el interior vemos con claridad que
la colegiatura va de la mano con la
federalización. Dicho de otro modo, una colegiatura que no persiga un verdadero
interés federal no tiene buen pronóstico en cuanto a la jerarquía que se busca.
Entender esto es clave para poner
en perspectiva nuestra tarea. No hay en el despachante de Capital Federal un
competidor sino un aliado al del interior, ….y viceversa. Porque mientras
mejores son los servicios en el interior, mejor es el servicio que se brinda en
Buenos Aires. Porque los despachantes de aduana del interior contratan servicios
de despachantes de aduana de la Capital, …y nuevamente, y viceversa.
Es por eso que es indispensable
que se coloque al interior en la mesa, y de verdad, para el bien de todos. Hay
asuntos pendientes de corregir, propios de nuestro oficio, muy postergados. Y
es necesario que el Centro-Colegio de Despachantes de Aduana tenga una bandera
nacional. El termómetro… los todavía muchos colegas del interior no afiliados. Qué
cambiamos?. Esta es una lista ejemplificativa de reclamos que el CDA debería
oir:
- Solicitar que los colegas del interior puedan obtener certificados de terceros organismos como INAL (Anmat), SENASA y otros de manera local, siempre que existan oficinas de estas instituciones o amerite su radicación en orden a la importancia de la operatoria.
- Solicitar la derogación de la RG AFIP 1924 de Aduanas Especializadas y reemplazar la noción de Aduana Especializada por la de “Personal Especializado”. Es decir, si hay mercadería que necesita cierto control especial y una aduana posee en su zona empresas vinculadas al negocio de la misma, capacitar a la aduana de su jurisdicción en vez de obligarlas a importar por Bs As. De paso, es absurdo que las trabas que existen para importar una mercadería en el interior no existan para exportarla.
- Bregar para que en cada una de las políticas que se implemente se cree un canal directo hacia el interior, bien sea utilizando al propio CDA como puente, bien sea instando a los organismos a poner a disposición ventanillas especiales. Por ejemplo: trámites de SGP, Compensaciones Secretaría de Comercio Interior, etc.
- Cambiar la forma de ver a las corresponsalías o filiales, no son unidades de negocio autárquicas sino “unidades de servicio” de un oficio de talla nacional e internacional.
Dicen que la esperanza es el
sueño del hombre despierto. En tiempos eleccionarios en el CDA, renuevo el
sueño de un Centro más federal, que nos haga crecer a todos. Será justicia…
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