Por Diego Dumont
Los fletes quedan afuera de las licencias de importación,
es decir, de las famosas DJAI. No hay ninguna legislación hasta ahora que
limite las transferencias al exterior, pero la brecha actual de casi un 75% entre el dólar oficial y el paralelo
genera
una disputa sin norma entre gobierno y particulares. Les dejo tres frases
y paso a comentarles a quién corresponde y por qué lo dice. “No pagues local en
pesos”; “No pagues tanto en dólares”; “No me dejes tantos pesos”.
“No pagues local en pesos”. ¿Quién lo dijo?. Lo
dijeron hace muy pocos días las líneas marítimas Maersk y Hamburg Sud a sus clientes
de Argentina en relación a los pagos de fletes que se realicen a partir del 15
de octubre. ¿Por qué?. Porque al cobrar sus fletes en el país en pesos (más conceptos conexos como el Toll, el THC y el
ISPS) y querer transferirlos al exterior, se encuentran con un grifo por parte
del BCRA que permite pagos de hasta USD 150.000 por vez, por estos días. Esto
hace que acumulen moneda local en un contexto inflacionario (lo que
económicamente no es aconsejable) y asuman el riesgo por una posible nueva
devaluación del peso. ¿Ahora, quiénes son estas líneas marítimas?. No son una
más. MAERSK es un monstruo. Es la línea marítima más grande del mundo, con casi
600 buques en su flota que mueven alrededor de 3 millones de TEU (contenedores
de 20 pies), de los cuales más de la mitad son propios, según información que
publica Alphaliner, la consultora francesa especializada en la industria marítima.
Hamburg Sud, si bien es unas seis veces más chica que la línea danesa, está en el puesto 12 del mencionado ranking mundial y es una firma de
prestigio internacional. ¿Entonces?. Esto puede ser un disparador para que
otras empresas se sumen a la movida.
La medida afecta tanto a exportadores como a
importadores. En la práctica cuando un importador compra FOB, por ejemplo, debe
contratar y pagar el flete internacional. Cuando va a pagar, estas líneas no le
aceptarán el pago en pesos y en cambio le proporcionarán un número de cuenta en
el exterior directamente. Lo mismo, un exportador que venda CIF, por ejemplo,
debe contratar un flete hasta el lugar convenido con su cliente, y pagarlo pero en una cuenta del exterior. Todo
a través del Mercado Único y Libre de Cambios, por supuesto.
“No pagues tanto en dólares”. ¿Quién lo dijo?. Lo
dicen los bancos comerciales con relación a los montos de fletes indicados en
las facturas de proveedores extranjeros. Como el flete no está alcanzado por
las licencias de importación (la verdadera DJAI), puede tentar a algunos
exportadores a cambiar la composición del precio de lo que quieren importar
para tener más chances de ser autorizados. ¿Cómo?: bajando el precio de la
mercadería (alcanzado por la licencia) e inflando en la misma cantidad el
precio del flete (no alcanzado). Conclusión: los bancos determinaron un
criterio general no respaldado explícitamente por ninguna normativa (seguramente
con alguna directiva del BCRA y/o Economía), que consiste en que el importe que
se transfiere por flete no puede superar el 10% del valor de la mercadería.
Esto es suficiente en importaciones de gran valor pero complica las
importaciones “chicas” en las que la incidencia del flete es realmente mayor. En estos casos se induce a las empresas a solicitar al proveedor “inflar” el valor de
la mercadería y “desinflar” el valor del flete hasta que las cuentas le den.
“No me dejes tantos pesos”. ¿Quién lo dijo?. Lo
dijo American Airlines a las personas que compran pasajes anticipados. Sólo se
permite comprar pasajes anticipados con hasta 90 días de anticipación. De la
misma manera que Maersk y Hamburg Sud, al
cobrar los pasajes en el país en pesos y querer transferir dólares al exterior,
A.A. se encuentra con el grifo por parte del BCRA, acumula moneda local en un
contexto inflacionario y asume el riesgo cambiario. Limitando la cantidad de
pasajes por girar a la casa matriz, pone un techo a este problema.
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