Por Diego Dumont - Puerto Negocios AGOSTO
Se festeja el 16 de agosto, el día del despachante de aduana, sin asueto ..y de overol. Es característico de nuestro tiempo que cada vez más, el despachante tenga más y más peso en las operaciones de comercio internacional. Hablando de peso, es un oficio que permite “volar”, no como Ironman, ni Peter Pan, ni los personajes de Mary Poppins... sino que hace que la percepción del mundo esté bastante más allá del escritorio, porque muchas veces lo que pasa a miles de kilómetros un día, afecta en el trabajo día al siguiente…. el corte del puente de Gualeguaychú, la situación de Irán, la muerte de Chavez en Venezuela, el mundial de Brasil, etc., etc., etc.. A la vez, el oficio exige un hilo conductor a la realidad nacional, o un cable (o un pararrayos.. ya no lo sé), con semejante eléctrica vorágine normativa argentina. Lo dicho, me recuerda a “El leve Pedro”, disparatado cuento de Enrique Imbert, en el que Pedro volaba hasta que se cortó el hilo y se perdió… en fin… a googlearlo si te gusta leer (bah..para el blog, les dejo el link abajo).
Se festeja el 16 de agosto, el día del despachante de aduana, sin asueto ..y de overol. Es característico de nuestro tiempo que cada vez más, el despachante tenga más y más peso en las operaciones de comercio internacional. Hablando de peso, es un oficio que permite “volar”, no como Ironman, ni Peter Pan, ni los personajes de Mary Poppins... sino que hace que la percepción del mundo esté bastante más allá del escritorio, porque muchas veces lo que pasa a miles de kilómetros un día, afecta en el trabajo día al siguiente…. el corte del puente de Gualeguaychú, la situación de Irán, la muerte de Chavez en Venezuela, el mundial de Brasil, etc., etc., etc.. A la vez, el oficio exige un hilo conductor a la realidad nacional, o un cable (o un pararrayos.. ya no lo sé), con semejante eléctrica vorágine normativa argentina. Lo dicho, me recuerda a “El leve Pedro”, disparatado cuento de Enrique Imbert, en el que Pedro volaba hasta que se cortó el hilo y se perdió… en fin… a googlearlo si te gusta leer (bah..para el blog, les dejo el link abajo).
Es despachante de aduana en nuestro país, pero en
otras latitudes se le dice agente aduanal, despachador, agente general de
aduana, agente de aduana, expedicionista aduanero, custom broker, etc. En mis palabras, el despachante es una persona
autorizada por la Aduana para despachar mercaderías de otros, es decir, un nexo
entre Aduana y el importador/exportador, un cable (y dale con el cable!). Para
mejor definición, remitirse al Código Aduanero (Ley 22415). Dice esta importante
ley que el despachante de aduana es además, auxiliar del comercio y del
servicio aduanero. Ni lo duden, la Aduana
necesita al despachante como TV Crónica a los choques.
El despachante de aduana tiene que declarar un
domicilio en el radio de cada aduana en la que quiere trabajar, porque si bien existe una única Aduana a nivel país (es un ente nacional), hay varias "sucursales" de aduana repartidas en el territorio argentino para cumplir
los fines del organismo.
Por ejemplo, en la ciudad de Santa Fe, la oficina de aduana
está emplazada en calle Rivadavia y La Rioja, y cuenta con dos oficinas de
“apoyo” (Resguardo): una en Reconquista, y otra en Rafaela. Están habilitados
para operar por esta aduana alrededor de 30 despachantes de aduana, pensando global pero atados a un hilo, ya que venimos con el tema del vuelo.
En todo el país, hay cerca de 4000 “despas”,
de los cuales alrededor del 75% están afiliados voluntariamente al Centro
de Despachantes de Aduana de la República Argentina. Es que no existe
aún la colegiatura obligatoria, a pesar de que el proyecto de Ley ha sido
llevado al Congreso varias veces. Si esto se da, sería muy
bueno para transparentar y fijar honorarios, obtener una jubilación, etc., pero también habría que negociar puntos de acuerdo con realidades opuestas de colegas del
interior. "Difficult", dijo Tevez.
No se requiere título universitario para ser
despa, sin embargo cada vez más profesionales universitarios se
especializan en comex y ejercen a la vez como despachante, resultado
de la competencia laboral encarnizada en las que nos tocó vivir a los laburantes de este
siglo. Principalmente son abogados, contadores y licenciados, y como resultado la actividad que
se viene jerarquizando mucho en todo el mundo. Cada vez el “despa” asume más y
más responsabilidades, como pasa con los escribanos y contadores, por ejemplo. Así,
este profesional custodia la
documentación de Aduana, en forma personal o bien contratando los servicios de
un prestador, clasifica y valora la mercadería desde la reforma del Código
Aduanero de 2005 (lo que obliga a ser algo como un “perito técnico” que
recurre, como nos decía la abuela, al “libro de Petete”…hoy Google, por suerte).
Tiene que reinventarse para saber un poco más de temas como química,
ingeniería, electrónica, etc. Too much.
Otros requisitos para esta ocupación son por
ejemplo: ser mayor de edad, ser capaz para ejercer el comercio, estar inscripto como
comerciante en el RPC, tener título secundario, aprobar los exámenes teóricos y prácticos que
anualmente realiza la Aduana (única habilitada para entregar el título de
despachante, aunque existen institutos terciarios o Cámaras que tienen curso
preparatorio, incluso a veces combinado con un título propio extra), fijar domicilio real y especial, ser solvente
(justificar un patrimonio no inferior al que determine Aduana), constituir a
favor Aduana una garantía, etc.
Se viene agosto, un afectuoso saludo para
mis "compañeros de vuelo".